Educar para el futuro: Por qué las universidades deben liderar el camino en competencia ética y digital
Educar para el futuro: Por qué las universidades deben liderar el camino en competencia ética y digital
Doctora en Tecnología Educativa por la Universidad de las Islas Baleares, España. Posee una amplia trayectoria docente en los niveles de educación secundaria y superior, tanto en programas de pregrado como de postgrado. Se ha especializado en el análisis cualitativo de la información, desarrollando una línea de investigación propia que le ha permitido participar en congresos nacionales e internacionales, así como publicar en revistas de alto impacto en español e inglés. Actualmente se desempeña como Directora del Diplomado en Competencias Digitales para la y como Directora del área de Informática Educativa en la Universidad Autónoma de Chile.
A medida que la inteligencia artificial (IA) transforma nuestro mundo, la educación superior enfrenta una decisión crucial: ¿se limitará a adoptar estas tecnologías o asumirá un rol activo en su integración, de manera que se preserve el juicio humano, la ética y la autonomía intelectual? Este artículo de opinión sostiene que las universidades deben asumir un papel de liderazgo—no solo para resguardar su identidad institucional, sino también para contribuir a una sociedad compuesta por profesionales competentes digitalmente y con sólidos fundamentos éticos.
Estudios recientes muestran que herramientas de IA como ChatGPT y Wolfram Alpha están siendo utilizadas cada vez más por los estudiantes para automatizar tareas académicas complejas, desde la redacción de ensayos hasta la resolución de problemas matemáticos. Si bien estas herramientas ofrecen claras ventajas en términos de eficiencia y acceso, también conllevan el riesgo de debilitar habilidades como el pensamiento crítico, el razonamiento ético y la resolución de problemas, fundamentales para el aprendizaje a lo largo de la vida y la participación ciudadana.
El concepto de Professional Noticing—que alude a la capacidad del docente para interpretar y responder a señales de aprendizaje sutiles—está en riesgo. Delegar este juicio a los algoritmos podría erosionar las dimensiones relacional y reflexiva de la enseñanza. Investigaciones de Jacobs et al. (2010) y Yang et al. (2020) subrayan que esta competencia no puede ser sustituida por el análisis de datos; es inherentemente humana, contextual y ética.
Además, la conciencia sobre la identidad digital entre los estudiantes sigue siendo preocupantemente baja. En Chile, por ejemplo, los estudiantes universitarios muestran alta transparencia al compartir datos personales en línea, pero escasa comprensión de cómo estas acciones configuran sus identidades algorítmicas (Hernández-Orellana & Roco-Videla, 2021). Esto los hace vulnerables en un mercado laboral global donde la presencia digital importa tanto como el desempeño académico.
A esta preocupación se suma el acceso desigual a herramientas de IA entre instituciones, lo que profundiza las brechas digitales y refuerza la desigualdad educativa. Como advierten Adams et al. (2022) y Harouni (2023), sin marcos equitativos y salvaguardas éticas, la integración de la IA podría causar más perjuicios que beneficios.
Por tanto, el rol de las universidades no debe limitarse a adoptar la IA, sino a incorporar su uso crítico como parte esencial de su misión educativa. Esto implica:
• Rediseñar los planes de estudio para incluir alfabetización algorítmica y ética de los datos;
• Promover el diálogo interdisciplinario sobre los impactos sociales de la IA;
• Dotar a los egresados de habilidades para navegar, cuestionar y aplicar tecnologías generativas de manera ética;
• Asegurar que las políticas institucionales protejan la soberanía de los datos y la integridad académica.
Las universidades que no se adapten podrían ver cómo sus egresados—y su reputación—quedan obsoletos en un mundo donde la competencia digital es la nueva moneda de credibilidad. Más aún, al no abordar estos desafíos urgentes, corren el riesgo de abdicar de su responsabilidad social de formar ciudadanos informados y responsables.
Este es el momento para que las instituciones de educación superior reafirmen su misión pública—no solo de transmitir conocimiento, sino de cultivar el discernimiento, la resiliencia y la claridad ética necesarias para prosperar en un mundo mediado por la inteligencia artificial.
Referencias
Adams, A., Greenhow, C., & Harouni, H. (2022). Ethical considerations of AI in education: Privacy and bias concerns. AI and Ethics Journal.
Bellomo, S. (2023). Artificial intelligence and educational transformation. Journal of Education and Higher Education, 3(7), 87–114.
Cordón, O. (2023). Artificial and human intelligence: Opportunities and risks in higher education. Revista Especial Universitaria, 591(581), 3–7.
Durá Martínez, E. (2025). Are we ready to integrate AI into university teaching? Recuperado de https://www.universidadsi.es/estamos-listos-para-integrar-la-ia-en-la-docencia-universitaria/
Georges, F. (2012). À l’image de l’homme: Cyborgs, avatars, identités numériques. Temps des Médias, 18, 136–147.
Harouni, H. (2023). Embracing artificial intelligence in the classroom. Harvard Graduate School of Education.
Hernández-Orellana, M., & Roco-Videla, Á. (2021). Characterizing the digital identity of Chilean university students. Future Internet, 13(3), 74. https://doi.org/10.3390/fi13030074
Jacobs, V. R., Lamb, L. L. C., & Philipp, R. A. (2010). Professional noticing of children's mathematical thinking. Journal for Research in Mathematics Education, 41(2), 169–202.
Rodríguez Marín, M. (2025). AI in higher education: Revolution or risk? Tecnológico de Monterrey.
Yang, X., Kaiser, G., & König, J. (2020). Professional noticing and teacher knowledge. International Journal of Science and Mathematics Education, 18, 825–844.