Estratega e investigador con 22 años de experiencia en gestión, auditoría y consultoría en más de 50 entidades, profesor en 26 universidades y tres centros de investigación, con 52 publicaciones, evaluador de 13 revistas científicas, conferenciante internacional y evaluador en revistas Scopus y WoS, formado en instituciones de Europa, EE.UU. y América Latina, y profesor de estadística en la Universidad de Carver.

El combate de la corrupción es necesario e indispensable en diversos países. La corrupción ha llegado a ser tan grave que incluso tenemos un índice de percepciones de corrupción en cada país (Corruption Perceptions Index), promovido por Transparencia Internacional (Alfaro, 2022a). Cuando se revisa la legislación y las diversas acciones de los diferentes gobiernos, se puede apreciar que estas leyes, normas o acciones son principalmente reactivas; es decir, principalmente buscan establecer sanciones luego que ya fue producido el daño para cada país o para el mundo en general y no están centradas en la prevención para que estos casos no ocurran o que sean detectados tempranamente.

Se debe reconocer que la corrupción en la administración pública sigue presentándose en diversas modalidades pese a que diversos países tienen sanciones muy drásticas. Esta situación exige el desarrollo sistemático de acciones preventivas con mucha mayor frecuencia y de manera integral. También se debe recordar que existen organizaciones criminales transnacionales, lo que también incide en la corrupción que se da en diversos países y que también se tiene un índice de terrorismo global (Global Terrorism Index) [Alfaro, 2022b].

Para prevenir el desarrollo de actos de corrupción, ya se ha ideado e implementado diversas acciones que han contribuido a la participación alerta de la población, los medios de comunicación, las entidades educativas de diversos niveles (educación básica regular, institutos y universidades en pregrado, maestría o doctorado), así como participación de las diversas entidades de los gobiernos de los diversos países en sus diversos niveles (nacional, regional o local) y en sus diversos poderes (ejecutivo, legislativo, judicial y otros según corresponda); sin embargo, estos hechos son descubiertos cuando los casos ya son graves y escandalosos. Por lo expuesto, la solución a la detección de la corrupción debe tener componentes tecnológicos que permitan detectarla de manera temprana.

Los funcionarios o servidores públicos corruptos reciben dinero de las personas que están participando en el acto de corrupción para favorecerse, normalmente a través de contratos por grandes montos de dinero; por lo tanto, esos registros de transacciones que representen dinero destinado a los funcionarios o servidores públicos deberían ser detectados a tiempo. Por lo expuesto, se podría catalogar las transacciones sospechosas de corrupción para que luego estas transacciones puedan ser caracterizadas, registradas y luego detectadas de manera automática e integral a través de sistemas de información en las diversas entidades públicas como las oficinas de impuestos, las oficinas de registro de la propiedad y sobre todo las fiscalías y los poderes judiciales. Lo expuesto será explicado a través de dos casos en los que por lo menos se debió considerar a las transacciones como sospechosas.

Un primer caso puede ser representado cuando un ministro tiene una empresa y su empresa emite una factura de consultoría a una empresa que es proveedora actual del Estado. Esta transacción es incompatible por conflictos de intereses, ilegal y está tipificada en las legislaciones de diversos países; pero, normalmente es descubierta luego de investigaciones que demoran meses o años, cuando esa información ya se tenía en la oficina de impuestos desde la emisión de la factura por parte de la empresa proveedora. Esta transacción por lo menos sospechosa de delito debió llegar de inmediato a manos de la fiscalía para que se haga las denuncias respectivas; sin embargo, no ha sido así porque las legislaciones o las acciones de los poderes ejecutivos no tipifican la implementación de este tipo de acciones, las que son fáciles de implementar a nivel tecnológico.

Un segundo caso puede ser representado cuando un servidor o funcionario público o sus familiares directos o indirectos reciben dinero por un soborno. Normalmente, lo que hacen los funcionarios o servidores corruptos es gastar el dinero en compras de propiedades como automóviles caros, departamentos, casas, acciones en empresas que cotizan en bolsa, etc. Se podría tipificar como transacción sospechosa que apenas un funcionario o servidor público o sus familiares directos o indirectos compren una propiedad que no esté acorde a sus ingresos o ahorros o que no esté financiada por un crédito, esta transacción sea comunicada a la fiscalía para que se pueda iniciar las investigaciones y luego las denuncias respectivas, ya que el desbalance patrimonial es un claro indicio de delito.
Así como estos casos han sido tipificados, también se podría tipificar decenas o cientos de casos que permitirían prevenir los delitos de corrupción apenas sean iniciados, ya que los sobornos (sobre todo en los delitos por compras millonarias del Estado) no son pagados con un solo pago, sino que son pagados conforme se va realizando los pagos de los contratos entre la entidad pública y la empresa proveedora. Finalmente, cabe reiterar que la implementación a nivel tecnológico de estas acciones para detectar casos de corrupción de manera temprana es muy sencilla, ya que requiere poco tiempo y dinero y no es compleja como algoritmo computacional, por lo que los gobiernos de los diversos países podrían implementarlos de manera integral en los diversos poderes del Estado, si realmente se tiene la voluntad política para combatir la corrupción o si los ciudadanos de cada país exigen que se implementen por los canales de comunicación actuales o a través de referéndum.

Referencias:

• Alfaro, E. A. (2022a). Understanding the Corruption Perceptions Index. In Modern Indices for International Economic Diplomacy (pp. 233-270). Springer International Publishing.
• Alfaro, E. A. (2022b). Understanding the Global Terrorism Index. In Modern indices for international economic diplomacy (pp. 271-294). Springer International Publishing.